MARAVILLAS DE FLORIDA
Hey! Que pasa…
Lo prometido es deuda, os prometí post con aventuras de Miami, y me prometí a mi mismo muy buenas aventuras con mi querida Lilo (mi bici) y ahí va la primera.
Éste será un un post mucho más audiovisual, a ver si me pongo las pilas y os hago algún vídeo mensaje y os comento algunas cosillas ante la cámara (cosa que no es mi devoción pero hay que abrir horizontes).
Al lío. Ayer sobre el mediodía, me preparé la mochila con un sandwich de tortilla de patata, un batido natural de fresa y plátano, manzanas, agua y mi «Super cerébro» de Deepak Chopra, y zarpé rumbo a Cape Florida (llamado así por Juan Pónce de León, conquistador y fundador de la Florida) en Key Byscayne Mapa sobre mi corcel Lilo. Unas 2 horas de viaje con alguna parada técnica. La zona la conocía de un par de veces que había estado: una viendo a Rafa Nadal en el Miami Open (Crandon Park) que espero repetir éste año, y la otra cuando vinieron a visitarme mi hemano y mi cuñada, con dos cosicas gemelas pa comerselas que no tenian ni un añito…..ains, pero ambas habían sido en coche y no es lo mismo, además que nunca llegué a la parte final del cayo dónde está el parque estatal natural protegido.
Una vez allí estuve dando una vuelta por el parque, leyendo un poco la historia de la caseta del faro, batallas contra indios y esclavos…y bueno curioseando un poco hasta que di la vuelta con la bici, y pasé por una zona dónde había varia gente pescando, unas mesas de picnic y la espectacular vista a poniente, cómo podeis observar, que me cautivó y establecí allí el campamento.
Tras decenas de fotos videos y pruebas, deborar mi sandwich y terminar el rico batido, pensé en grabar el atardecer en Timelapse que encabeza éste post.
Tras la puesta de sol, y los guardas del parque casi pegándonos una patada en el culo lol salí del parque (que gustito que la mochila no pesaba lo mismo). Si el viaje de venir me pareció bonito, la vuelta ya me pareció increible…. primero saliendo de los cayos por esos emmmpinados puentes (uff) que conforme me acercaba a la ciudad se me presentaba un skyline impresionante (hice lo que pude con la foto del móvil), pero no más impresionante que la sensación que sentí atravesando Brickell Avenue, la avenida principal del distrito financiero de Miami rodeado de rascacielos, adelantándome Lamborghinis, Masserattis, Mustangs (prometo post de «carracos» de Miami)
Pasado el subidón de adrenalina por Brickell me quedaba un buen trecho para llegar a casa y me puse a darle. Una paradita en un bar de Wynwood a tomar una «rubia» para cargar pilas y ver las fotos del día, y el último arreón para llegar a casa.
elBolo